Familia Ractos c83

Capítulo 83: Segundo hijo, Grisis=Diebold=Ractos=Nizzet=Ractos

Qué afortunado soy. Pensar que nacería con tantas bendiciones.

Ah, me presento, soy Grisis. Grisis=Diebold=Ractos=Nizzet=Ractos.

Es un nombre largo, ¿verdad? Ya que mi hermana mayor y menor, así como mi familia y todos los que son cercanos a mí me llaman Grisis, tú también puedes llamarme así. Oh, creo que algunas personas también me llaman «El hechicero loco».

Sorprendente, ¿no les parece? Dicen que soy un hechicero loco. Aunque eso me hace feliz, sigue siendo un poco vergonzoso.

¿En qué estábamos? Ah, cierto. Sobre lo afortunado que soy. Así es, he sido bendecido, muy bendecido. Al grado que me siento mal por eso.

Empezando con la época en la que nací. Una era pacífica donde no hay rastros de guerras. Por lo visto, mi bisabuelo Diebold=Ractos nació justo en medio de una guerra. Aunque actualmente todavía te encuentras con unos cuantos disturbios, sigue siendo relativamente pacífica.

Luego tenemos a mi familia.

Nací en el continente de Vulniska en la Casa de un ducado del Reino de Azolias, me refiero a la Casa del Duque Ractos.

Es bien sabido que Azolias es un Reino donde predomina la fuerza militar. Y yo nací en un país como ese bajo la Casa de un Duque ni más ni menos, ¿sabes? Sin mencionar que mi abuelo es una persona extremadamente importante para el país con su papel como el Secretario de Finanzas del Reino.

En pocas palabras, a menos que sucediera una serie de eventos desafortunados consecutivos que desafiaran a la lógica, era el lugar más estable para vivir.

Pero lo más importante de todo, es el talento que poseo.

Es un poco vergonzoso que yo lo diga, pero ya que es cierto, lo diré de todos modos. En lo referente a la magia, se podría decir que nací con el mayor talento de entre todas las personas. Incluyendo el atributo mágico de las sombras, que ahora era mundialmente reconocido como algo que surgía en mi linaje familiar, se me concedieron otros tres atributos mágicos bastante útiles, sin mencionar que mi aptitud mágica también era alta.

Gracias a mi abuelo materno, también contaba con estrechas relaciones con los altos ministros de magia. En primer lugar mi madre provenía de una familia de hechiceros.

Quizá sea grosero que lo diga de esta forma, pero fui bendecido con un entorno donde podría volverme rico solo con mi talento y conexiones. Supongo que no está demás comentar que solo tengo un futuro brillante por delante.

Por último, era el hecho de que no heredaría el título de la Casa. Ah, me refiero al título de Duque de la Casa Ractos. Después de todo, llevar el título de Conde de la Casa Nizzet es equivalente a ser capaz de realizar cualquier experimento que desee.

Si bien las tres primeras razones también justificaban que era una persona afortunada, ésta última era la que tenía más peso de todas.

Por alguna razón ya está decidido que Sera heredera el título de la familia. Por lo general, sería imposible que algo como eso sucediera. No es como si no hubiera precedentes de Duquesas, pero en el caso de Sera, ella ya había recibido toda la educación necesaria para convertirse en la próxima Duquesa cuando tenía trece años.

Nunca había sucedido algo como eso antes.

Si yo fuera el hijo mayor de una Casa aristocrática normal, o si la Casa Ractos fuera una familia de nobles normales, seguramente no pasarían así las cosas y yo estaría descontento por ser incapaz de heredar el título.

Sin embargo, la realidad es diferente. En el instante en que se decidió que mi hermanita heredaría el título, fui la persona más feliz del mundo. Gracias a esto, podría exhibir libremente el talento que poseía sin ninguna interferencia.

Pasaré el resto de mi vida entregado a los experimentos mágicos.

Hasta ese momento en que Sera fue elegida como la sucesora, si les soy sincero, me sentía un poco arrepentido de haber nacido con este tipo de vida. Ustedes también lo creen, ¿no? Solo vean a mi padre, Jake=Ractos, quien tiene brillantes cualidades como hechicero pero fue incapaz de continuar con el camino de la magia porque tuvo que heredar el título como el hijo mayor.

Por ende, si yo fuera el sucesor, entonces tendría que renunciar a la magia. Por eso me arrepentía de haber nacido con la posición del hijo mayor.

Tengo un sueño. Deseo usar mi talento al máximo de su capacidad y hacer una investigación que deje una marca en la sociedad. En un lugar donde las personas compiten con conocimientos, experiencias y nuevos inventos, y no en un concurso sangriento.

Está bien si nadie me aprecie por lo que he hecho. Solo quiero dejar una prueba.

Si yo fuera a ser el siguiente Duque, tengo la certeza de que me alejaría del camino de la magia. Mi padre es un buen ejemplo de ello.

Pero, ¡todas esas preocupaciones desaparecieron gracias a mi hermanita!

¡Podré hacer cualquier experimento mágico sin que nadie me lo reproche! ¡QUÉ AFORTUNADO SOY!

Aunque, verás…

Cuando recién entré a la Academia Diebold, estaba tan emocionado por el hecho de que sería capaz de realizar experimentos mágicos durante toda mi vida que mi estado de ánimo estaba en la cima.

Aun así, ¿está bien que un hermano mayor le pase la difícil carga de heredar el título de Duque a su hermanita como si nada? Últimamente he pensado mucho sobre eso.

Mi hermana mayor, Daria, dice que luego de graduarse le ayudará a Sera por un tiempo mientras busca a un pretendiente. Incluso si soy adoptado en la Casa Nizzet en cuanto me gradúe, supongo que también debería hacer algo por Sera.

Qué es lo que yo puedo hacer… Sí, algo relacionado con la magia, no hay otra opción, ¿cierto?…

¿Quizá algún hechizo para tener un sueño placentero y que desaparezca toda la fatiga de uno? Uum, pero, ¿es una buena idea? Siento que será difícil que haga la investigación yo solo. ¡Cierto! En momentos como estos es cuando se aplica el dicho: ¡dos cabezas piensan mejor que una! No, no solo me pueden ayudar a pensar. ¡La eficacia y probabilidad de éxito se incrementaría si formo un equipo en lugar de hacerlo solo, ¿no es así?!

Además, ¡hacer experimentos junto a todos, ayudándonos entre nosotros para alcanzar un objetivo en común, presiento que es algo que realmente vale la pena hacer!

¡Ahora que ya lo decidí, tengo que encontrar a los integrantes que conformaran mi equipo de investigación!

Aun cuando mis compañeros mantienen su distancia conmigo, probablemente gracias a mi nombre, tengo algunos amigos y compañeros de cursos superiores que piensan igual que yo. ¡Si puedo reclutar los miembros de entre esas personas, existe la posibilidad de que sea capaz de terminar mi proyecto antes de la graduación!

¡ESTUPENDO! ¡El plan está comenzando a formarse! ¡Como lo pensé, hacer experimentos mágicos, desarrollar magias, todo eso es realmente divertido!

—Kiji… ¡Hyajaja! ¡Kahjahjaahja!!

Ah, no está bien, me emocioné tanto que inconscientemente solté una carcajada.

Por lo visto, a veces me rio sin darme cuenta, incluso mi familia me ha reprendido para que arregle este mal hábito que tengo. Aaah, seguramente todos piensan que soy una persona extraña por haberme reído de pronto, ¿verdad? Tal vez por eso todos se mantienen alejados de mí y no por mi familia.

… Probablemente sea mejor inventar primero un hechizo o una poción mágica que te permita contener la risa.

No, en realidad no me importa lo que las personas piensen de mí. Antes que nada, tengo que hacer algo por Sera.

Bueno, aunque dije que me gustaría crear un hechizo para Sera, a decir verdad, ella es muy simple, y para bien o para mal, una cabeza hueca. Así que debo de seguirla de cerca sin importar qué.

Ahora que lo pienso, me preocupa bastante… ¿De verdad estará bien? Supongo que debe haber muchas personas cuidando a Sera.

Sí, no debería tener ningún problema.

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No sé ustedes pero, para ser un hechicero loco y que media Academia le tema es bastante despreocupado XD Claro esta, eso es porque solo sabemos hasta ahora lo que nos ha dicho la tía solterona que todos olvidan y el propio Grisis, pero esperen ver el siguiente capítulo que será desde el punto de vista de un compañero de clases. Eso sí amerita unas buenas sesiones de terapia.